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12/3/23

Qué es un corroncho?

Por Iván Yaber G.

En una reunión con personas amigas de diferentes regiones del país es muy frecuente escuchar que alguien empiece a contar una situación vivida o un chiste con la siguiente expresión: “había una vez un corroncho. Al oír la palabra corroncho a la mente de los presentes vienen nuestras experiencias previas para entender el significado de la expresión corroncho, ya que aunque utilizamos las mismas palabras, cada uno de nosotros puede imaginar las cosas ligeramente distintas. Las imágenes mentales que tenemos de las palabras son nuestros conceptos.

Un concepto es una palabra que se emplea para designar cierta imagen de un objeto o de un acontecimiento que se produce en la mente del individuo. Las palabras son usualmente los rótulos que utilizamos para designar los conceptos, pero cada uno de nosotros debe adquirir sus propios significados para las palabras. Lo que almacenamos en nuestro cerebro, nuestra estructura cognitiva no son conceptos aislados, sino conceptos relacionados para formar unidades con significados que llamamos proposiciones. Nuestra estructura cognitiva es una estructura proposicional. Una de las razones por la que a veces, nos resulta difícil entendernos mutuamente, es porque nuestros conceptos nunca son exactamente iguales, incluso aunque conozcamos las mismas palabras.

Invito al lector a detenerse en esta parte de la lectura, para hacer una reflexión y ser consciente de la imagen mental que tuvo cuando escuchó la palabra corroncho, cuáles eran los criterios de atributos comunes (características) asociados al concepto de corroncho. Si llegó a pensar que escucharía una situación salida del contexto citadino? Es posible que muchos hayamos vivido o conocido experiencias en algún momento de nuestra vida en las que se menciona la palabra corroncho.

El origen del término corroncho es incierto, según el periodista Juan Gossain, la palabra quizás fue utilizada por vez primera en el siglo XVII al referirse como “corroncha” a la corteza ordinaria y rasposa de los árboles que se resquebrajaba con el ardiente sol. La expresión según la RAE suele ser utilizada también para referirse a un pez de extraña apariencia y duro caparazón, de agua dulce tropical originario de América Central y del Sur, del género Chaetostomade que en la costa atlántica llamamos “Coroncoro” y en Ecuador lo conocen como “corroncho”. En su columna de el Heraldo, Enrique Dávila escribe lo siguiente: “El Diccionario de curiosidades y palabras populares registra que cuando los campesinos caribeños iban a los pueblos a hacer mercado llegaban con ronchas debido al contacto con ciertas plantas e insectos, y la gente al verlos decía: “Ahí vienen los ‘con roncha’ ”, lo que derivó en corroncha y en su masculino corroncho”.

¿Cuál es el significado del concepto corroncho?

Para muchas personas del interior del país y en especial para los bogotanos, un corroncho es sinónimo de costeño bullicioso y apasionado de la música vallenata. En general se usa la expresión de manera despectiva, peyorativa para referirse a las personas del caribe colombiano. Para los costeños un corroncho es alguien que está fuera de lugar o no actúa de forma natural en una situación, circunstancia o ambiente determinado, pero en su actuar es real, prístino, no trata de imitar a nadie, ni se quiere parecer a ninguno. El corroncho generalmente se asocia con una persona de origen campesino, sin mucha formación académica pero con muchas competencias en labores del campo y de su medio natural, pero desconocedor de las costumbres y del medio cultural de las ciudades. 

Un corroncho es un ser orgulloso de su identidad cultural, ingenuo, sin ninguna pretensión por ser más de lo que es de manera natural. El corroncho es visto como alguien que disfruta de la vida sin preocupaciones, que toma las cosas con calma y que no se deja afectar por las pequeñeces del día a día. Es una persona que se toma su tiempo para disfrutar de las pequeñas cosas de la vida y que no se rinde ante las adversidades. El corroncho es alguien que vive la vida a su manera y sinpreocuparse por las expectativas de los demás.

El término corroncho se ha utilizado en Colombia para referirse a una persona de cierta clase social o regiones específicas, que se caracteriza por su forma de hablar y comportamiento. En general, se  considera que un corroncho es alguien que es genuino y sincero, sin importar si su forma de ser es  considerada aceptable o no por la sociedad.

Además, el corroncho se caracteriza por ser una persona despreocupada y relajada, que disfruta de la vida sin preocuparse por los problemas o las apariencias. Esta forma de ser se relaciona con la cultura Caribe colombiana conocida por su alegría, musicalidad y sensualidad. En este sentido, el corroncho puede ser visto como un símbolo de autenticidad y originalidad, ya que se trata de una persona que no se preocupa por adaptarse a las normas impuestas por la sociedad y prefiere seguir su camino de manera auténtica y natural.

En conclusión, ser corroncho es una forma de ser realmente sincero, sin importar las opiniones de los demás. Es una forma de vivir, un estilo de vida, es una persona orgullosa de sus raíces campesinas y que muestra tal como es, sus mayores características son su autenticidad y originalidad.

No todas las situaciones que a veces vemos como una corronchada realmente lo es, describiré algunas de ellas y dejo la libertad para que digan cuál de ellas estima el lector son una acción corroncha. 

1. Mi cuñada Magola Manotas hermana mayor de mi esposa, ha vivido casi toda su vida en el pueblo de Luruaco, Silene Mercado una de sus nietas la llamó por teléfono y le dijo que no se preocupara por el almuerzo porque ella lo llevaría. Magola compró un bollo de yuca para acompañar el almuerzo que traería su nieta. Silene llevó de almuerzo un arroz para compartir con su abuela una caja de arroz chino. Cuando sirvieron el arroz chino Magola se dispuso a cortar el bollo de yuca en torrejas para acompañar su arroz chino, Silene la observaba con extrañeza y casi riendo le dijo: ¿Abuela que vas a hacer? Magola sonriendo le respondió: Podrás decirme corroncha y este arroz puede ser muy Chino, pero me lo voy a comer con bollo de yuca. Y sin pensarlo dos veces untó la torreja de bollo con la salsa y raíces del arroz chino y mientras se saboreaba le dijo a su nieta: No sabes de lo que te estás perdiendo! Magola había realizado una fusión cultural entre dos gastronomías milenarias: las raíces chinas y la yuca que es una raíz indígena.

2. Un joven vecino llamado cariñosamente Gualo, amigo de mis hijos y otro compañero de universidad invitaron a dos amigas a disfrutar de un helado en la heladería Popsy de la calle 84 de Barranquilla. Se acercaron los cuatro a hacer sus pedidos de los sabores preferidos. Una de las chicas solicitó un Charlie Brownie, la otra joven pidió un Banana Split, el compañero de Gualo prefirió una Copa Gelarti, el Gualo tratando de impresionar a las chicas dijo en voz alta: A mí me das mi helado preferido que no cambiaré por ninguno, un McFlurry, aunque no lo veo. Todos voltearon la mirada hacia el Gualo quien no entendía el motivo de ellas. Solo atinó a preguntar: ¿Qué pasa, no puedo pedir un McFlurry? Una de las chicas respondió: Ese helado es exclusivo de McDonald, solo puedes comprarlo allí. Estamos en Popsy. No seas Corroncho!!.

3. Una tarde fui a visitar a mi vecino Lucho, frecuentemente conversamos mientras disfrutamos del sabor de un delicioso café preparado por mi amigo Lucho. Lucho calienta el agua, deposita el café Sello rojo en una bolsa para colarlo y lo recoge en otro recipiente para luego servirlo en un pocillo que deleitamos con placer mientras hablamos. Los días anteriores le había comentado que había comprado una cafetera italiana Moka y estaba usando un Café orgánico molido Juan Valdez Colina, Premium 100% Colombiano Excelso. Le dije que es un café balanceado con notas de sabor a chocolate blanco que tiene una acidez media, cuerpo medio y aroma  pronunciado y preparaba un delicioso café. Cuando llegué esa tarde unos días después del comentario de la cafetera italiana, me dijo antes de sentarme. Compré un café especial mejor que el tuyo. Le respondí: bueno probémoslo y te doy mi opinión, le pregunté además que marca había comprado y me dijo con arrogancia: Compré el mejor, Juan Valdez. Le pregunté nuevamente: Qué tipo de café Juan Valdez era y me contestó orgulloso pero con mucha duda: Creo que es un Juan Valdez de la marca Nescafé instantáneo. Le dije que me trajera el frasco y cuando me lo entregó me di cuenta que era un café instantáneo Juan Valdez con sabor a vainilla. Se rió cuando le expliqué que Nescafé y Juan Valdez son marcas diferentes, al final me expresó lo siguiente: Cule´e corroncho. Ser corroncho es ser atrevido!!

4. Cuando laboraba como docente en Riohacha solicité al MEN una Comisión de estudios no remunerada con el fin de realizar una Maestría en Biología en la Universidad Javeriana de Bogotá. Fui a estudiar a Bogotá pero mantenía comunicación con el colegio de la Divina Pastora y mis estudiantes de bachillerato. Una vez regresé de Bogotá y me reintegré a mis labores durante una conversación con una de mis estudiantes me expresó lo siguiente: “Profe yo fui con mi madre a Bogotá cuando usted estuvo allá y yo desde que bajé de ese avión y durante los días que estuve allá anduve fue echando ojo por las calles para ver si lo veía, estuve allí una semana y nada que pude verlo” Un amigo de ella que escuchaba atenta comentó: “Tronco de pelá corroncha”.

5. Asistíamos al primer día de clases de la Maestría en la Universidad Javeriana, ese primer semestre era común para las diferentes maestrías: Biología, Microbiología, Bioquímica. Los estudiantes que aprobamos el examen de admisión y pasamos directamente al programa de Maestría fuimos solamente 4, el resto tuvo que realizar un semestre de nivelación y lograr un promedio para ser admitido en la maestría de su interés. Por esta razón no conocía a mis condiscípulos. Hice amistad con una joven de Sincelejo llamada Patricia que también fue admitida directamente al programa.

A medio día salimos a almorzar a un restaurante popular cercano a la Javeriana. Cuando el mesero nos atendió solicitamos un “corrientazo”, el mesero nos preguntó qué queríamos de “Principio”, no comprendimos lo que nos quiso decir, Patricia y yo nos miramos con cara de confusión. Tomé la iniciativa y le dije al mesero: De principio?, Tráiganos dos Club Colombia para empezar. El mesero inmediatamente reconoció nuestro acento costeño y sonrió burlonamente diciendo: Acá en Bogotá se llama el “Principio” a una parte del “corrientazo” y puede ser algunas legumbres como frijoles, lentejas o garbanzos, verduras picantes o pasta que usted puedes elegir. Le agradecimos la información al mesero y luego que se retiró soltamos la risa reprimida y Patricia Expresó: Allá en Sincelejo pediré de “Principio” Suero AtoyaBuey para el arroz, Bleo o Berenjena para el mote de queso. Le respondí: solicitaré de principio Crema de ajo para el pollo asado al carbón o para los patacones de Mafufo o quizás pida queso rayao para el cayeye, tal vez queso parmesano para una sopa de guandul. Un paisano Costeño que nos escuchaba nos advirtió: No se les ocurra buscar “tusas” para hacer bollo de limpio, ya me pasó, aquí las llaman “ameros”, y añadió: no será la primera ni última corronchada.

6. Hace ya muchísimos años viajaba en un bus urbano de Maria Modelo con destino a la Universidad. Estaba sentado junto a la puerta de salida que estaba ubicada en la parte de atrás. El bus iba con exceso de pasajeros, llevaba pasajeros colgando del estribo de la puerta delantera, esa época le decían a alguien que viajaba de esa manera que iba de “bandera”. Observé a un señor de con sombrero de paja y suéter amansa loco que se abría paso entre la multitud de pasajeros que viajaban de pie como sardinas en lata, y que obstaculizaban el paso del señor de aspecto campesino que logró al fin alcanzar la puerta trasera de salida después de lograr desenredar la vaina del machete que se le enredó en la falda de una pasajera. Al descender del bus y poner la abarca del pie derecho en el suelo lanzó una expresión: ¡Nojoda, si así tratan a uno que es un turista, que se deja para los curramberos! Desde el interior del bus le gritaron: ¡¡Turista corroncho!! 

7. Recuerdo una noche en el pueblo de Luruaco, mi abuelo Juan Alejandro conversaba con un trabajador de su finca, un anciano de nombre Gratiniano, mi madre nos había dado las boletas de entrada a cine, nos dijo que invitáramos a nuestro abuelo. Le hicimos la invitación delante del señor con quien conversaba, se excusó diciendo que iría en otra oportunidad, el anciano Gratiniano intervino diciendo: A mí no me gustan el cine porque son muy embusteros, el otro día fui con mi hija dos días seguidos: sábado y domingo y como les parece que el hombre que murió en la película del sábado apareció en la película del domingo como si nada le hubiese pasado el día anterior. No aguanté el embuste y salí del cine. Mi hija se quedó rabiosa, al salir le grité: pa´ los pendejos corronchos que se dejan engañar! 

8. Me contó mi compadre el profesor Ricardo Gutiérrez que allá en Concordia o Mal abrigo su pueblo natal, un campesino llamado el Indio ha dedicado toda su vida a las labores del campo, a domar caballos, burros y mulos cerreros, sus manos fuertes y llenas de callos las usa para rastrillar un fósforo y encender un tabaco mientras al lomo de su mula vigila el estado de las cercas del potrero de la finca donde trabaja. Una tarde lluviosa, el Indio en sus labores cotidianas intentó atravesar un arroyo cuyo caudal había aumentado con el aguacero que caía en esos momentos, a pesar de que instigaba a la mula con las espuelas para que atravesara el arroyo, la mula se negaba a hacerlo. Después de muchos intentos y gritos de maldición descendió del animal, le dio un puñetazo en la frente y cargándola en vilo y llevándola a la otra orilla, le dijo a la mula: Mula corroncha, me podrás ganar en inteligencia, pero en fuerza ni de vainas!